Fernando botero nace el 19 de abril del año 1932 en Medellín, en Los Andes colombianos. Inició a pintar a los 12 años en acuarela. En 1948 hace su primer exposición colectiva y en 1951 en Bogotá su primera exposición individual en la galería de Leo Matíz, el siguiente año, a su edad de 20 años es premiado con el segundo lugar en el salón nacional de Bogotá. Con el dinero que recibe del premio, viaja a España, Francia e Italia para estudiar.
En 1956 lega a México y aquí encuentra su propio estilo. Dos años después, es premiado con el primer lugar en el salón nacional de Bogotá por su obra “Cámara Nupcial”, se traslada a Nueva York en 1960 y al año siguiente el museo de arte moderno de esa ciudad adquiere una de sus pinturas, “Mona lisa a la edad de 12 años”.
En 1973, Botero se muda a París y comienza a producir escultura, sin renunciar a la pintura, su trabajo es un arte tridimensional, es una progresión natural dedicada a expresar volumen y más.
La visión de Fernando Botero involucra la convicción de que la monumentalidad no es una cuestión de tamaño, sino de proporciones. Es la búsqueda de lo heroico en el arte, un atributo que el artista descubre inicialmente como estudiante en Florencia.
Botero no pinta gordura, él hace las cosas en grande, pinta volúmenes. También destacan los paisajes de Colombia como el volcán.
Algunas de sus obras son:
El palacio (1974)
Hombre (1976)
Mona lisa (1977)
Los amantes (1983 escultura)
Bailarina (1989)
Insomnio (1990)
En 1956 lega a México y aquí encuentra su propio estilo. Dos años después, es premiado con el primer lugar en el salón nacional de Bogotá por su obra “Cámara Nupcial”, se traslada a Nueva York en 1960 y al año siguiente el museo de arte moderno de esa ciudad adquiere una de sus pinturas, “Mona lisa a la edad de 12 años”.
En 1973, Botero se muda a París y comienza a producir escultura, sin renunciar a la pintura, su trabajo es un arte tridimensional, es una progresión natural dedicada a expresar volumen y más.
La visión de Fernando Botero involucra la convicción de que la monumentalidad no es una cuestión de tamaño, sino de proporciones. Es la búsqueda de lo heroico en el arte, un atributo que el artista descubre inicialmente como estudiante en Florencia.
Botero no pinta gordura, él hace las cosas en grande, pinta volúmenes. También destacan los paisajes de Colombia como el volcán.
Algunas de sus obras son:
El palacio (1974)
Hombre (1976)
Mona lisa (1977)
Los amantes (1983 escultura)
Bailarina (1989)
Insomnio (1990)
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