[Es un suceso real].
Siendo yo muy joven, allá por el año de 1957 si mal no recuerdo, existía en Allende, Coahuila un señor que se dedicaba a recoger basura en un carretón, por toda la Calle Real (Calle Juárez). Este hombre llamado Nacho, se dedicaba a recoger basura entre semana, y los domingos vendía barbacoa, saliendo en un “exprés” (carretón), gritando su producto por las calles su clásico: “aquí está la barbacoa de carne gorda”, y así la gente salía a comprarle.
De tal modo que se ganó el apodo de “carne gorda”, su aspecto era rudo, mal encarado, de prominente bigote y sombrero de ala amplia amarillento que algún día fuera blanco. Carne Gorda era un personaje conocido en el pueblo, entre sus múltiples ocupaciones estaba el vender leña después de terminar con su trabajo de recolección de basura. Era un hombre trabajador pero de características muy atrabancadas.
El día más macabro de su existencia se aproximaba a partir de que en su pecho se anidaron sospechas de que su mujer lo traicionaba. Comenzó a analizar cada conducta de su esposa, cada palabra y unió la sospecha a Salas, su mejor amigo, un hombre que asiduamente lo visitaba.
Maquinó el plan en su cabeza, esa tarde salió como de costumbre a cortar leña, pero en realidad se dedicó a espiar su hogar desde una distancia prudente. Pacientemente y controlando su coraje observó la llegada de su amigo y cómo su mujer lo recibía encerrándose en el jacal. Corrió un lapso corto de tiempo en lo que nacho acomodó las ideas en su cabeza y con furia decidida abrió la puerta de su casa encontrando a los amantes en el lecho. Cegado por la deshonra y el coraje de la traición el hacha que Nacho llevaba en sus manos fue a estrellarse repetidas veces al cuerpo de su mejor amigo.
Con los ojos inyectados de cólera, cada arruga de su rostro dibujaba la ira. Su mujer atemorizada permaneció observando el asesinato hecha un ovillo en el rincón del jacal, sobre el piso de tierra. Nacho vio el cuerpo descuartizado de su víctima y reaccionando con frialdad, a duras penas esconde el cuerpo inerte de Salas, bajo la cama. Amenaza a su mujer para que limpie las sábanas ensangrentadas y la obliga a contener los gritos de miedo.
Encerrados por horas en su jacal, limpiando el arma homicida y las cobijas manchadas, llega la noche. Nacho exige ayuda a su mujer para acomodar el cadáver en un costal. En medio de la noche ambos suben el costal al lomo de su caballo. Así Nacho planeaba deshacerse del cuerpo tirándolo lejos de su casa. Salió de su jacal y tomo la vereda más próxima y despoblada por el carrizal de las acequias con la intensión de tirar el cuerpo cerca de las vías del ferrocarril, avanzó un tramo corto cuando el costal resbaló del lomo del animal y cayó al suelo, imposibilitado para subir el cadáver él sólo, de nueva cuenta al animal, decide dejarlo ahí.
En la mañana siguiente Nacho acude en el carretón a su trabajo como si nada hubiera pasado. Algunos trabajadores de la fábrica que tomaban la vereda del carrizal, descubrieron el cadáver de Salas. La policía indagó entre familiares y amigos, hasta que la mujer de Nacho delató los sucesos y el “carne gorda” fue a parar a la cárcel.
A partir de ese acontecimiento en el pueblo, el barrio donde fue el trágico acontecimiento se ganó el mote de “Barrio del Hacha”. Se comenzó a amedrentar a los pequeños y adolescentes sobre fantasías terroríficas, por lo cual siempre se advertía no andar de noche por aquel barrio. Con el pasó del tiempo algunas generaciones ignoran la razón real del nombre de ese barrio, por tal razón aquí dejo la historia. A fin de cuentas algunos creen que cuando uno muere, parte de la esencia se queda en el lugar.
NARRACION: Concepción Treviño Barrientos / Allende, Coahuila
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Este relato lo escribí en base a lo contado por mi madre sobre la historia real de la leyenda popular sobre El Barrio del Hacha en Allende, Coahuila. Dicho jacal estaba ubicado en el cruce que actualmente forman las calles Arteaga y Lerdo de Tejada en dicha población.
De tal modo que se ganó el apodo de “carne gorda”, su aspecto era rudo, mal encarado, de prominente bigote y sombrero de ala amplia amarillento que algún día fuera blanco. Carne Gorda era un personaje conocido en el pueblo, entre sus múltiples ocupaciones estaba el vender leña después de terminar con su trabajo de recolección de basura. Era un hombre trabajador pero de características muy atrabancadas.
El día más macabro de su existencia se aproximaba a partir de que en su pecho se anidaron sospechas de que su mujer lo traicionaba. Comenzó a analizar cada conducta de su esposa, cada palabra y unió la sospecha a Salas, su mejor amigo, un hombre que asiduamente lo visitaba.
Maquinó el plan en su cabeza, esa tarde salió como de costumbre a cortar leña, pero en realidad se dedicó a espiar su hogar desde una distancia prudente. Pacientemente y controlando su coraje observó la llegada de su amigo y cómo su mujer lo recibía encerrándose en el jacal. Corrió un lapso corto de tiempo en lo que nacho acomodó las ideas en su cabeza y con furia decidida abrió la puerta de su casa encontrando a los amantes en el lecho. Cegado por la deshonra y el coraje de la traición el hacha que Nacho llevaba en sus manos fue a estrellarse repetidas veces al cuerpo de su mejor amigo.
Con los ojos inyectados de cólera, cada arruga de su rostro dibujaba la ira. Su mujer atemorizada permaneció observando el asesinato hecha un ovillo en el rincón del jacal, sobre el piso de tierra. Nacho vio el cuerpo descuartizado de su víctima y reaccionando con frialdad, a duras penas esconde el cuerpo inerte de Salas, bajo la cama. Amenaza a su mujer para que limpie las sábanas ensangrentadas y la obliga a contener los gritos de miedo.
Encerrados por horas en su jacal, limpiando el arma homicida y las cobijas manchadas, llega la noche. Nacho exige ayuda a su mujer para acomodar el cadáver en un costal. En medio de la noche ambos suben el costal al lomo de su caballo. Así Nacho planeaba deshacerse del cuerpo tirándolo lejos de su casa. Salió de su jacal y tomo la vereda más próxima y despoblada por el carrizal de las acequias con la intensión de tirar el cuerpo cerca de las vías del ferrocarril, avanzó un tramo corto cuando el costal resbaló del lomo del animal y cayó al suelo, imposibilitado para subir el cadáver él sólo, de nueva cuenta al animal, decide dejarlo ahí.
En la mañana siguiente Nacho acude en el carretón a su trabajo como si nada hubiera pasado. Algunos trabajadores de la fábrica que tomaban la vereda del carrizal, descubrieron el cadáver de Salas. La policía indagó entre familiares y amigos, hasta que la mujer de Nacho delató los sucesos y el “carne gorda” fue a parar a la cárcel.
A partir de ese acontecimiento en el pueblo, el barrio donde fue el trágico acontecimiento se ganó el mote de “Barrio del Hacha”. Se comenzó a amedrentar a los pequeños y adolescentes sobre fantasías terroríficas, por lo cual siempre se advertía no andar de noche por aquel barrio. Con el pasó del tiempo algunas generaciones ignoran la razón real del nombre de ese barrio, por tal razón aquí dejo la historia. A fin de cuentas algunos creen que cuando uno muere, parte de la esencia se queda en el lugar.
NARRACION: Concepción Treviño Barrientos / Allende, Coahuila
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Este relato lo escribí en base a lo contado por mi madre sobre la historia real de la leyenda popular sobre El Barrio del Hacha en Allende, Coahuila. Dicho jacal estaba ubicado en el cruce que actualmente forman las calles Arteaga y Lerdo de Tejada en dicha población.
Este relato forma parte de un Libro en proceso que contendrá narraciones sobre Allende, Coahuila. Autor de la redacción: Martín Guevara Treviño.
wow!! de niña mi abuela me contó sobre eso, claro que omitiendo detalles...
ResponderEliminarSaludos!
WOW HASTA AHORITA SE PORQUE SE LE LLAMA ASI NO CONOCIA LA HISTORIA TAMBIEN SOY DE ALLENDE PERO NUNCA ME CONTARON LO K PASO,MUY INTERESANTE.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarmi mama tambien me conto la historia cuando era adolescente y ya sabia que tenia que regresar temprano cuando me tocaba hacer las tareas por aquel barrio jejee (era un miedo)
ResponderEliminarwao por fin supe la realidad en por q el barrio la acha .gracias por compartirnos un poco de nuestro allende .coahuila
ResponderEliminar.
Yo sabia q habian matado a alguien con una hacha pero no sabia la historia.
ResponderEliminarWow mi abuela vive en el barrio hacha..y me acuerdo que nossotros cuando estábamos chikillos andavams afuera jugando bien tarde y la abuela para que nos pudieramz meter temprano nos dezia k el hombre del hacha se aparesia en las noches con su hacha h esa era su manera de meternos temprano
ResponderEliminarYo soy de allende pero ignoraba la historia solo se que se llama asi el barrio y pues gracias por decirmos pork le llaman haci !!
ResponderEliminary hace no poco ocurrio otro incidente tmb cn un hacha y tmb por celos gad el afectado no fallesio...qe cosas
ResponderEliminarmuy interesante la historia y lo mas puede decirse asombroso esq hace unos 5 anos tmb ocurrio un incidente muy parecido con un hacha y tmb por celos gad el afecado no fallecio.
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