Liliana Cristina García: tocar las estrellas es posible

“Lo primero y último” de la escritora argentina Liliana Cristina García, autora del libro “Hacía mis estrellas”. Suele plasmar en cada uno de sus poemas un pedazo de sentimiento que se clava en los lectores.

Hoy, ha tocado el turno de Liliana Cristina García en las diez preguntas de nuestra entrevista de cada lunes.

1.-Primera vez que escribiste y sentiste que esto era lo tuyo:
De eso pasó muchísimo tiempo. Tenía doce años y toda la vida por delante. Fui una niña callada y tímida que se dio cuenta de que podía escribir lo que le costaba decir. En realidad, en aquellos años, no sentía aún que esto era lo mío, cosa que ocurrió ya de joven, cuando la necesidad irrefrenable de la creación me mantenía alerta noche y día, y que recién corroboré, cuando en el año 1992, gané el Primer Premio de Poesía Inédita, en un concurso auspiciado por la Editorial Urano 2001. Allí me di cuenta de que podía y realmente sentía que era lo mío.

2.-Qué podrías decir que escribiste y dijiste: ¡Esto es lo último que escribo! :
Absolutamente nunca dije, ni se me ocurrió pensar “esto es lo último que escribo”, y creo que jamás lo haría. ¿Cómo vivir sin escribir cuando siempre has escrito? No hay decepción literaria lo suficientemente grande, que haga que un escritor de vocación desista por ella. Por el contrario, cada nueva decepción, que siempre las hay, es un nuevo estímulo para seguir escribiendo y seguir aprendiendo.

3.-Primer libro que escribiste: el título y porqué ese tema:
El primer libro que escribí, y el único que edité en forma personal, es “Hacia mis estrellas”, y fue justamente editado como parte del primer premio de poesía del que ya he hablado. El tema, es universal, la poesía lo es. El título, como no puede ser de otra manera, es una metáfora. Al ganar aquel premio, el primero, “toqué el cielo con las manos”, es decir, fui “hacia mis estrellas”, mis metas alcanzadas.

4.-Cambios de última hora que modificaste en un libro:
Los cambios de última hora que realicé en ese libro, o en las muchas antologías en las que participé, siempre fueron mínimas y de forma o estilo. Cuando tengo posibilidad de que mis trabajos sean editados, de una u otra manera, siempre trato de enviar los originales leídos y releídos hasta el cansancio, para tratar de que estén lo más limpios posibles. Es cierto que siempre se nos pasa algo, si me doy cuenta a tiempo, lo corrijo.

5.-Primer lugar que viene a tu mente a la hora de escribir:
La belleza de la naturaleza, la comunión con un paisaje que me movilice, como la majestuosidad de la montaña, la infinitud aparente del mar, o el desborde de color de un campo sembrado. Cualquier lugar que me haga encontrar conmigo misma es el lugar predilecto para escribir, allí donde fluyen las palabras por sí mismas sin esfuerzo, y se derraman en la hoja en blanco como una cascada de luz.

6.-Tema que dejarías hasta el último para poder escribir:
Todos los temas, tienen para mí, la misma jerarquía. Cuando escribo, mi imaginación se erige en conductora del estilo y del tema, nunca sé si voy a escribir una prosa o un poema, ni si estará plagado de alegrías o de nostalgias. La vida es una incógnita permanente y la escritura también.

7.-Primer libro que leíste, que emociones dejó en ti:
Te puedo decir los primeros libros de que tengo memoria y que me fascinaron en su momento. Estos fueron los de Emilio Salgari, “Los piratas del Caribe”, “El misterio de la Selva Negra”, “Sandokán, el Tigre de la Malasia”. Soñaba con esas historias de piratas, me trasladaba, en cada lectura, hacia esas tierras de aventuras. Antes, como todas las niñas de mi época, me atormenté con Blancanieves, Cenicienta y Caperucita Roja. Luego vinieron las fábulas de Esopo y Samaniego, y posteriormente, los clásicos de siempre, se llevaron mi corazón con ellos: Don Quijote de la Mancha, Martín Fierro, Cien años de soledad, Crónica de una muerte anunciada, etc. etc. No podría nombrarlos todos. Cada uno de los libros que leo, han dejado su huella en mí.

8.-Último autor al que leerías:
No sé, nunca me lo planteé. Generalmente leo todo lo que llega a mis manos, y recién allí estoy en condiciones de decir si me ha gustado o no. No puedo juzgar sin conocimiento de causa, y cuando tengo ese conocimiento, es porque ya lo leí.

9.-Cuál es tu principal aspiración personal al momento en el que escribes:
Mi principal aspiración personal en los momentos en que escribo, creo que es la de cualquier escritor: poder editar mis libros. Todos sabemos que no es fácil hacerlo, por lo menos, en Argentina, hay que disponer de una cantidad de dinero más que considerable para poder hacer frente a los gastos de impresión, distribución, presentación y promoción. No conozco editoriales, como sucede por ejemplo en España, que editen una obra, previa evaluación, sin costo para el autor y apostando a un posible éxito. Creo que ha quedado en claro que busco alguien que confíe en mis trabajos.

10.-Porqué motivos crees que la gente debería leer la última obra que escribiste:
La última obra que escribí, la sigo escribiendo. Al ser poesía y cuento breve, está en permanente expansión, y es la que publico periódicamente en mis blogs. No hay un motivo por la cual la gente debería leer lo que escribo, quien lee, debe estar guiado por su propia sensibilidad e intuición, ellos dirán si ha valido la pena leerme... o no.

Justamente, mi mensaje para los lectores de éste blog va encadenado a la última respuesta que he dado, es decir, en cuanto a los lectores, que tengan la amplitud de sentimientos como para captar todo aquello que leen, y de criterio, como para no menospreciar nada. Quien escribe, bien o mal, hace lo mejor que puede y sabe, muchas veces esto no alcanza para dejar satisfechos a todos, pero no por eso debe merecer una crítica despiadada. Toda crítica debe ser constructiva, debe enseñar, dando motivo al aprendizaje. A los escritores, les digo que nunca bajen los brazos, que siempre confíen en su talento, pero que siempre hagan gala de humildad y dedicación, ante sus lectores y ante sí mismos. Creernos unos genios, no nos hace genios, nos hace estúpidos. Y por último, decirles que lectores y escritores, somos uno, somos colegas de la vida.